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Talca, Región del Maule, Chile
Me describo como un tipo común y corriente, sincero, humilde, auténtico, original, carismático, con sentido del humor, etc. Tengo mis ideas súper claras, en resumen creo ser una buena persona que no anda aparentado ser lo que no es. Soy una persona tan común y corriente como cualquiera de ustedes, con las mismas debilidades y errores. Al igual que la mayoría, también me cuesta orar y leer la Biblia, pero siempre hago el esfuerzo por intentar llevar una vida de integridad en obediencia a Dios. Mi vida es el ministerio y el ministerio también es mi vida, no podría separarlos jamás. Yo soy esto, soy un hombre común y corriente que sirve al Señor. La única diferencia con algunos otros, es que lo muestro, nada más. No trato de ser correcto, ni de hacerme el espiritual. En todo caso, soy espiritualmente normal.

viernes, 2 de marzo de 2012

La verdad detrás del Yoga: “Una practica pagana contraria al Cristianismo”

Dave Fletcho, que perteneció a la Sociedad de Yoga Ananda Marga, ha escrito: “El yoga físico, según sus definiciones clásicas, es inherentemente y funcionalmente incapaz de ser separado de la metafísica religiosa oriental”. Para muchos en Occidente, el yoga es simplemente un sistema de ejercicios físicos, una forma de fortalecer el cuerpo, aumentar la flexibilidad, y aun sanar o impedir varias enfermedades del cuerpo.

El Yoga en el sentido del hinduismo es un grupo de métodos que, con la ayuda de la ascesis, ejercicios corporales, respiratorios y de meditaciones, debería liberar el alma humana de todo lo terreno. No se piensa solamente en la existencia individual del hombre que practica el Yoga, sino principalmente en el ciclo de las reencarnaciones, también llamadas transmigraciones del alma. El alma no purificada del hombre, según la antigua doctrina hindú, tiene que entrar siempre de nuevo en un seno materno y nacer de nuevo, obligado por su «Karma», es decir su acción anterior. Sólo cuando logra purificarse por su propia fuerza, llega a la redención y con ella a la liberación de cualquier reencarnación. La redención significa al mismo tiempo la comprensión de que el alma individual (Atman) en último término es idéntica con el alma mundial (Brahmán).

Swami Vivekananda resume la experiencia del kundalini de la siguiente forma: “Cuando se lo despierta a través de la práctica de disciplinas espirituales, sube por la columna vertebral, pasa a través de los distintos centros y llega finalmente al cerebro, en cuyo momento el yogui experimenta el samadhi, o la absorción total en la Deidad”. 

Por tanto la base del yoga indio es la concepción que cada alma, por su naturaleza y sustancia, está unida en lo más profundo, con lo divino. El camino es el vaciarse enteramente a sí mismo para lo que ayudan también los ejercicios corporales, para abrirse así a las fuerzas del universo. Entonces el hombre podrá unirse con las fuentes de la fuerza que están en todas partes del universo, por ejemplo en el aire, en el agua y en la alimentación. Con ello alcanzará la Felicidad, una total armonía, y el estado de conciencia más alto que lleva al ser divino.

Swami Prabhavananda advierte acerca de los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración del yoga: “A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar”.

Se hace evidente que las prácticas del yoga desde sus orígenes tienen que ver en la antigua India con magia y fuerzas ocultas, cuando se sabe que los manuales tradicionales del yoga prometen a sus adeptos fuerzas sobrenaturales (Siddis) como fenómenos acompañantes del progreso en el camino.

Mircea Eliade, el gran conocedor del yoga, escribe: “Un yogui en la India ha tenido siempre la fama de ser un Mahasidha, es decir, un poseedor de fuerzas ocultas, un mago.” Detrás de esta capacidad están: “La fuerza de alcanzar cualquier objeto de cualquier distancia, la voluntad irresistible, dominio sobre los elementos y el cumplimiento de los deseos”. (Citado según Eliade, Yoga, Pág. 97).

Por lo tanto el Yoga es para nosotros, los cristianos, un camino de apostasía que conduce a la perdición, pues se trata de una comunicación directa con lo demoníaco, el apóstol Pablo dice con miras a los sacrificios a los ídolos: “Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. (1° Corintios 10:20).”


Bibliografía:

Michael Gleghorn: El yoga y el cristianismo: ¿son compatibles?
M. Basilea Schilink: Los Cristianos y el Yoga

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