La cultura de las sombras
Algunos de mis amigos ya me han reprochado la conjunción de estos dos elementos: cristianismo y Batman. Me han señalado que es un poco “loco” establecer una relación como esa. Pero con este ensayito demostraré mi hipótesis sobre esta vinculación conceptual, y en qué ideas me apoyo para iniciar la reflexión literario-filosófica. Obviamente, acepto comentarios inteligentes sobre la propuesta que hago, y por ello sugiero leer todo el ensayo antes de escribir uno. También ofrezco disculpas anticipadas si fallo en la clara explicación de algunos conceptos teológicos o cinematográficos. No olviden que esto es una propuesta filosófico-cultural, y no una opinion de si batman es bueno o malo, feo o bonito.
Un connotado filósofo francés llamado Jean-Luc Nancy asumió la idea de que Occidente y Cristianismo eran entidades conceptuales inseparables, e incluso postula la idea de que el cristianismo se ha transformado en una lógica de pensamiento cultural que está implícita en Occidente. Una prueba de ello, por ejemplo, es la famosa expresión nietzscheana “Dios ha muerto”. Al respecto, un filósofo se preguntó: ¿en qué cultura, si no en la cristiana, se enseña que un Dios muere? Con esto daba a entender que aún la idea de la muerte de Dios de un pensador nihilista occidental está inevitablemente ligada con la noción cristiana de un Dios que muere. No ahondaré más en este aspecto porque no es el fin de mi nota, pero lo utilizaré como sustento base.
Si asumimos que la cultura occidental está íntimamente ligada con el cristianismo y que ambas son inseparables, entonces podemos suponer que este problema se produce no sólo en esferas filosóficas, sino también en la literatura, las artes y el cine. De este modo me acercaré a Batman. Los films anteriores de este personaje de comic eran cercanos al concepto del superhéroe de las historietas, es decir, se ocupaban de representar la constante lucha del héroe contra sus antagonistas. Eran películas de acción.
Sin embargo, hasta los críticos de cine se dieron cuenta que el Batman que Christopher Nolan produjo en su primera película del 2005 era diferente al de Tim Burton (dos décadas antes). Esta diferencia se hizo explicita en la segunda película de la trilogía. En “El caballero de la Noche”, Nolan trató temas que escapan largamente a una película de mera acción. Propuso a un Joker (Huasón) que era una crítica moral y política a la cultura occidental. Cierto es que esta crítica se arrastra desde la primera película (“Batman Inicia”), pero con el Huasón adquiere un matiz que separa al film de Nolan del resto de las películas de superhéroes. Es que Batman, a diferencia de Ironman, Thor, y tantos otros que han sido llevados a la gran pantalla, combaten a “los malos”, pero Batman combate “el mal”, por lo tanto, Nolan se toma muy en serio el problema del mal.
¿Qué tiene que ver todo esto con la cultura occidental cristiana?
Aislemos a Batman de su ambiente y analicemos su historia y discurso. Bruce Wayne es un muchacho que anhela ansiosamente hacer justicia en la corrupta ciudad Gótica. Durante años se dedica a entrenar para combatir el crimen. Ya de vuelta en la ciudad, adopta la figura del murciélago para hacer el bien. Él, el personaje de altos ideales de justicia, se dedica a aprender cómo opera el mal, para poder combatirlo en su medio-ambiente: la oscuridad. Ya que la justicia cívica no ejerce suficiente influencia, él se hace justiciero. Es aquí donde nos encontramos con el primer concepto cristiano. El cristianismo asume que Jesús era Dios encarnado, es decir, el Dios soberano y justo se “reduce a” carne, se despoja de su gloria, y se hace tan malo como los malos de la tierra, para brindar redención. Ya que la justicia legal es incapaz de salvar al hombre, es necesario que alguien justo se haga como losinjustos para traer orden. Ese es, precisamente, el objetivo del Batman de Nolan.
Otro concepto que puede encontrarse en su historia es el de “salvación”. Algunos enemigos de Batman atacan Gótica porque creen que la ciudad es tan corrupta que no merece existir. Esto se da en las tres películas con R’as al Ghul, El Huasón y Bane. Sin embargo, Batman los combate no por un afán personalista, sino porque piensa que Gótica aún tiene “salvación”, es decir, merece existir. No todos los ciudadanos son malos, y por lo tanto aún hay esperanza. Este punto en particular tiene bastante semejanza con el reclamo que hace Abraham a Dios cuando éste iba a destruir Sodoma y Gomorra. El tópico de la ciudad corrupta está incluso en el libro de Génesis. Lo singular es que Cristo sucede igual. Según la teología cristiana, el ser humano estaba tan corrupto que Dios debía derramar su ira sobre él; en vez de hacerlo, se produce la descensión de Cristo a la tierra porque el hombre aún puede tener “salvación”. A pesar de la maldad del ser humano, Dios le quiere salvar.
Un tercer punto, íntimamente ligado a los dos anteriores, es el del sacrificio. Bruce Wayne es un empresario multi-millonario que podría invertir su vida en muchas cosas, pero enfoca toda su vida y esfuerzo a combatir el crimen debido a sus altos ideales de justicia y bien. Dios no tendría por qué salvarnos puesto que es soberano y dueño de todas las cosas, pero aún así Cristo se entrega por la redención de la humanidad. Wayne entrega su vida no por honor ni recompensa, sino sólo por su interés salvador. De hecho, hay que decir que el cristianismo liga las ideas de sacrificio y dádiva: el sacrificio sólo se completa con la dádiva personal, y para el bien de los demás. Por ejemplo, es interesante el final de la segunda película, cuando Batman le dice al oficial Gordon que lo acusen a él de las muertes causadas por Harvy Dent, a fin de que la ciudad siga teniendo esperanza. Se hizo cargo de la maldad de otro, lo mismo que hace Cristo. El punto más álgido de este concepto se muestra en la recientemente estrenada “El caballero de la noche asciende”, en que Batman, para poder librar a ciudad Gótica de la destrucción total, se lleva la bomba y aparentemente se inmola con ella, tal como Cristo se habría inmolado en la cruz por la salvación de la humanidad.
Un cuarto concepto es el de ascensión. Luego de que Gótica es librada de la destrucción, se declara la muerte de Batman, y es transformado en el salvador de la ciudad. ¿Acaso no sucedió de manera similar con la ascensión de Jesús? Luego, y aun más sugerente, es el término de la película, que nos muestra a Bruce Wayne vivo, y nunca se explica cómo quedó vivo luego del estallido nuclear. Este tópico, sin embargo, es para la reflexión de los cinéfilos, no para mí.
Conclusiones abiertas
No es difícil observar que el Batman de Nolan cumple con todos los patrones regulares del pensamiento mesiánico. Ahora bien, nadie puede asegurar que Nolan lo haya hecho a propósito. Sea como sea, este repaso es suficiente para pensar que en esta saga está operando de manera implícita la típica lógica occidental-cristiana. Para superar el mal, es necesario un justo; ese justo viene a luchar por la salvación; para lograrlo, se sacrifica; luego, asciende.
En segundo lugar, la crítica a Gótica que hacen los tres grandes antagonistas no es sino una crítica a Occidente. Mi memoria no me falla al recordar que los tres lo dicen explícitamente en algunas escenas de la película, porque la corrupción de Gótica representa la corrupción de todo occidente. Por eso es que el film apunta mucho más allá de un superhéroe que golpea gente mala; se trata de una crítica a la moral social y política.
Por último, consideremos que EEUU es un país fundado en los principios cristianos-protestantes, y por lo tanto su cultura está tan influenciada por el cristianismo como lo está influenciada Latinoamérica por la cultura católico-romana. Por ello es que no deberíamos escandalizarnos con encontrar este tipo de significaciones implícitas al interior del cine Hollywoodense.
Les cedo la palabra, hagan sus interpretaciones.
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